
Reciban en este mi primer post del 2015 un afectuoso saludo de año nuevo cargado de deseos de Paz, Salud y ganas de que podamos cumplir todos nuestros objetivos personales y profesionales.
Y hablando de deseos, muchos de nosotros elaboramos una lista de lo que queremos cambiar, eliminar, mejorar tanto en el aspecto laborar como el personal. Rebajar, aprender un idioma, conseguir un nuevo empleo, escribir ese libro que tenemos en mente desde hace tiempo, emprender nuestro propio negocio, terminar la tesis, tener más tiempo para nosotros, etc. Sin embargo, cuanto llega la hora de hacer el balance nos encontramos que muchas veces no hemos conseguido esos tan anhelados deseos.
Creo que uno de los principales problemas es que lo dejamos en un simple deseo, y como decía mi abuela Trina “deseos no preñan” y solo pensarlos no los hace realidad.
Si realmente queremos LOGRAR un deseo, debemos convertirlo en un objetivo, es decir en algo medible, cuantificable, factible y acotado en el tiempo. Tal como digo en mis curso de mercadeo, si tu deseo es rebajar en este 2015, esto debes convertirlo en objetivo, “El 07 de diciembre voy a estar pesando 5,8,10,15, 30, o 40 kilos menos”. Como ves este es un objetivo, es medible, cuantificable, acotado en el tiempo, solo nos falta verificar que la cantidad de kilos a rebajar sean factibles en el tiempo (decir que «rebajaremos 30 kilos en 10 meses» implica 3 kilos mensuales, ¿es realista?, ¿dada nuestras condiciones actuales nos es posible lograrlo?) para que podamos hablar de que ese deseo se ha convertido en objetivo.
Pero esto es solo apenas el primer paso, y como dice el refrán que deseos no preñan, debemos pasar a la acción. Por lo que es necesario crear “nuestro” plan de acción, y digo nuestro y no “un” plan, esto se debe a que cada uno de nosotros tenemos recursos y condiciones de arranque diferente y por lo tanto aunque podamos utilizar iniciativas genéricas es importante adaptarlas a nuestros recursos y condiciones personales. Ojo esto también aplica a las empresas, no basta decir que este año venderemos 30% más que el año pasado, debemos definir claramente que venderemos, a quien se lo venderemos, con que recursos contamos para ello, para definir claramente las iniciativas que emprenderemos en nuestro plan de acá;on que nos hará lograr nuestro objetivo.
Volvamos al ejemplo de rebajar, cuando hablo de iniciativas genéricas me refiero a ponernos a dieta, hacer ejercicios, etc. En nuestro plan de acción debemos definir claramente y por escrito ¿“Qué“ vamos a hacer, ¿ “Cómo” lo vamos a hacer?, ¿por “cuanto” tiempo lo haremos?, ¿cómo vamos a medir nuestro avance en el logro de nuestra meta?, etc. El plan nos permite saber si estamos realizando las cosas bien, y poder tomar los correctivos necesarios para poder lograr nuestros objetivos. Si nuestro plan indica que debemos rebajar 2 kilos al mes y al pesarnos vemos que por el contrario aumentamos de peso, debemos en ese momento tomar los correctivos necesario para poder alcanzar el objetivo.
Si realmente queremos lograr nuestros objetivos debemos tenerlos claros, estos deben ser medible, cuantificables y sobretodo factibles. Tener un plan de acción nos permite ejecutar, llevar a cabo, actuar, hacer lo necesario para obtener lo que deseamos, también estar preparados si las condiciones nuestras o del entorno cambian.
Y para terminar este mi primer post de 2015, recuerda que no necesitas hacerlo todo tu solo, enfócate en lo que sabes hacer de manera especial y busca aliados, colaboradores que te ayuden en esos aspectos en lo que no eres fuerte.
Comunicación, Colaboración y Compromiso son las claves para el éxito.
Feliz y productivo año 2015 para todos y recuerden que si puedo ayudarles en algo, cuentan conmigo.