¿Qué eso de Smart Grid? La Red Eléctrica Inteligente.

La red eléctrica no ha evolucionado desde su concepción. Sin embargo, los requerimientos actuales respecto al ahorro energético y la integración de nuevos elementos en la red eléctrica, como el vehículo eléctrico o las energías renovables, requieren de la evolución de la red eléctrica que utilizamos  hoy en día.

 

Fig. 1 Cadena de Valor de una empresa de servicio eléctrico

Desde hace  algún tiempo venimos escuchando hablar del concepto de Red Eléctrica Inteligente, cuyo término anglosajón es Smart Grid, y la verdad es que creo necesario destacar las muchas implicaciones de seguridad de la Red Eléctrica del futuro, sobre todo desde el punto de vista de la privacidad. Es ahora, en los orígenes de esta nueva red, cuando hay que poner de manifiesto este tipo de preocupaciones para que se tomen las medidas oportunas en la misma fase de diseño.

La red eléctrica que todos conocemos fue diseñada con un único objetivo: «que nuestros bombillos siguieran dando luz». Esto se traduce en que algunos aspectos que parecen obvios y necesarios hoy en día no se tuvieron en cuenta en su diseño en el pasado. Ejemplos de los mismos son: garantizar la eficiencia energética, considerar el impacto medioambiental, ser flexible para incorporar fácilmente cualquier fuente de energía alternativa o proporcionar una amplia cartera de opciones de contratación energética al cliente final.

El principio básico que está detrás de esta nueva Red Eléctrica Inteligente (Smart Grid) es el flujo bidireccional de información y de electricidad entre el cliente final y la compañía eléctrica. Para ello cobran importancia singular las infraestructuras y tecnologías de comunicación de datos, y surgen nuevos conceptos como los contadores inteligentes, los sensores inteligentes o los dispositivos (Ej. electrodomésticos) inteligentes.

Los objetivos de diseño de esta nueva red incluyen:

  • Que sea capaz de detectar las sobretensiones y de enrutar la electricidad por caminos alternativos para prevenir o minimizar apagones. En este mismo sentido se busca que la Red sea capaz de funcionar de manera autónoma, tomando decisiones rápidas por sí misma ante situaciones complejas, siempre alienadas con los objetivos tanto de la compañía eléctrica, como de los consumidores y los reguladores.
  • Muy relacionado con lo anterior es que la Smart Grid ha de ser robusta ante desastres naturales, ataques físicos o ciberataques, minimizando las consecuencias de los mismos, y siendo capaz de reanudar la actividad normal rápidamente. Por esta razón, se busca una arquitectura más descentralizada y el uso de protocolos seguros.
  • Se busca que la red sea eficiente, capaz de cubrir los incrementos de demanda sin necesidad de añadir nueva infraestructura. Por ejemplo, esto se traduciría en que ante picos de demanda (aire acondicionado, en tiempos de calor), la energía sobrante en unos lugares sea derivada hacia otros donde sea necesaria. Actualmente se acoplan centrales de eléctricas (basadas en carbón o petróleo), que son difíciles de incorporar a la red, viejas y poco cuidadosas con el medio ambiente.
  • Incorporar a la misma a los nuevos productores de electricidad como las huertas/granjas solares y los parques eólicos.
  • Permitir que el cliente final decida cómo, cuándo y cuánta electricidad usa, de manera que este uso se ajuste a sus preferencias individuales de presupuesto, compromiso con el medio ambiente, etc.
  • Mejorar la calidad de la energía suministrada, lo que se traduce en evitar fluctuaciones de la tensión (picos y bajos) y evitar interrupciones puntuales.
  • Ha de ser más «verde», lo que es consecuencia directa de varios factores ya mencionados. Hoy en día la responsabilidad social es fundamental para la imagen corporativa.

Pero todo esto del Smart Grid, ¿qué consecuencias tendrá en el día a día de las personas comunes y corrientes?, ¿cómo va a cambiar la forma que tenemos de entender este servicio básico para nuestras vidas?.  En prácticamente todos los países desarrollados hay pilotos en marcha, y en muchos, plazos fijados para sustituir el parque actual de contadores. Sin embargo, a medida que estos proyectos van haciéndose reales, van surgiendo voces que piden cautela –e incluso se oponen- a la implantación de los contadores inteligentes.

Por ejemplo, en los Países Bajos el plan del Gobierno era que para el año 2013 todos los hogares estuviesen equipados con contadores inteligentes; finalmente, dicha “obligatoriedad” se ha convertido en “voluntariedad”. Un debate similar ha surgido en el Reino Unido. ¿La razón? La preocupación sobre la PRIVACIDAD.

Efectivamente, el tomar medidas frecuentes sobre el consumo en un hogar puede llevar a determinar:

  • Qué equipamiento existe en un hogar y cuándo se usa.
  • Cuántas personas viven en un hogar, cuáles son sus costumbres -horario de levantarse, acostarse, comidas, en qué estancias de la vivienda pasan más tiempo.
  • Como caso particular, podría llegar a determinarse la presencia de aparatos médicos que permitirían inferir problemas de salud en los habitantes del hogar, con lo que estaríamos hablando de información clasificada con el máximo grado de confidencialidad, de acuerdo a las leyes de Protección de Datos.

Y si trasladamos el escenario a los edificios de oficinas y negocios, podría valorarse el tipo de actividad económica y su volumen, la presencia de ciertos procesos industriales.

¿A quién interesaría toda esta información, además del uso primigenio de gestión energética?
Pues se puede elaborar una lista bastante extensa, si dejamos trabajar un poco nuestra imaginación:

  • Mercadeo: Determinar perfiles de usuarios.
  • Investigaciones judiciales y policiales: por ejemplo, si había alguien en una vivienda en un momento determinado, o cuánta gente, o qué tipo de actividades se estaban realizando.
  • Delincuentes: evidentemente, para conocer las costumbres de sus potenciales víctimas.
  • Aseguradoras: conocer la salud de un asegurado.
  • Financieras: valorar la situación laboral de una persona: determinar si trabaja según sus hábitos en el hogar, o si los varía bruscamente, lo que puede ser debido a una situación de stress ante un posible despido.

Así, estos posibles usos no deseados pueden añadir más debate a la cuestión de la privacidad en la sociedad actual, tema de bastante actualidad por el uso de Internet, donde, al fin y al cabo, nadie sabe cuándo nos levantamos, comemos, etc, -salvo que lo “twiteemos” o tengamos una webcam conectada permanentemente-, pero sí existen una legión de empresas tratando de trazar la actividad de los usuario mediante técnicas tales como las cookies o el “fingerprinting” de dispositivos. Ello hará que la privacidad en las redes eléctricas se sitúe probablemente a un nivel parecido al de la privacidad en Internet y sea objeto de especial atención por los reguladores.

¿Qué se puede hacer para lograr que el Smart Grid se desarrolle y cumpla la promesa de lograr una mayor eficiencia energética?

Pues básicamente, que los actores implicados tengan en cuenta una serie de principios sobre privacidad – cuyas primeras piedras fueron puestas por la OCDE hace ya 30 años, con sus recomendaciones sobre privacidad-, y que cada vez son más adoptados en el mundo de Internet y las Telecomunicaciones.

Como resumen de los principios comúnmente adoptados, se puede citar:

• Recoger solo aquellos datos de usuario que son necesarios para prestar un servicio y mantenerlos únicamente el tiempo necesario.

• Informar de manera clara y obtener el consentimiento del usuario para el tratamiento de sus datos, tanto inicialmente como cada vez que haya un cambio de uso o de tratamiento.
• Asegurar la confidencialidad e integridad de los datos, aplicando las técnicas de seguridad necesarias: encriptación en la transmisión y almacenamiento o control de acceso, por ejemplo.

Así, se logrará unos servicios en los que los usuarios confíen y que aporten a toda la sociedad beneficios.

Como muchos han podido notar, existen diversas implicaciones en el tema de la adopción de una Red Eléctrica Inteligente “Smart Grid”,  desde el punto de vista de la seguridad que trataremos en próximos artículos.

Si tienes alguna experiencia que quieras compartir con nosotros, algún comentarios o alguna inquietud en relación al tema, escríbenos.

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